Vivir el momento, el famoso «carpe diem», es un tema muy manido del que se ha hablado largo y tendido a lo largo de los siglos pero, ¿realmente te lo has planteado? ¿Intentas vivir el aquí y ahora en toda su plenitud? ¿Sabes realmente lo que significa «vivir», o te limitas habitualmente a «pensar que vives»?
Vivir en tu mente no es vivir realmente
Nuevamente, la principal y única herramienta de análisis que tienes para tomar conciencia de lo que verdaderamente sucede a tu alrededor es la atención. Pero nada tiene que ver con el análisis psicológico, el juicio o la «resolución mental». No intentes analizar el mundo, ver «lo que está mal y lo que está bien». Tampoco juzgues tu comportamiento ni lo justifiques. Todo eso es memoria: recuerdos almacenados que tu mente trae al presente y a través de los cuales filtra lo que sucede.
¿Por qué hace esto? Porque el yo sólo existe ahí, en el recuerdo, en el «mundo conocido». El aquí y ahora es desconocido, no es parte de tu historia personal y tu ego no existe en él. Lo real es siempre nuevo, nace en este instante, no tiene nada que ver con lo que has vivido antes, con tu historia personal y, por supuesto, nada tiene que ver con lo que tu mente te dice de ello. Sólo puedes ser lo real, aquí y ahora, sin juicio, sin pasado y sin futuro. Todo lo que tu mente diga acerca de este momento, las etiquetas, los nombres y las formas que surgen son irreales, porque nacen de tu mente y tu memoria.
Deja de «juzgar al mundo» y aprende a maravillarte ante lo desconocido |
Aquí y Ahora: la puerta a la eternidad
Vivir el momento es ser consciente del espacio inabarcable que es tu vida, darte cuenta de cómo el mundo se mueve de un lado para otro, cómo el tiempo viene y va… pero siempre en el único y eterno momento que existe: Aquí y Ahora.
Con esta consciencia despierta y tranquila, el mundo es nuevo a cada instante, siempre sorprendente y todo cuanto hagas estará cubierto de una esencia real, activa, fruto de una respuesta también nueva. Atrévete a dejar atrás los viejos condicionamientos mentales, las antiguas ideas acerca del mundo, de tu historia personal y de «lo desgraciado que eres». Sumérgete plenamente en este momento, en el universo que te rodea, en el mundo desconocido que se abre ante ti y descubrirás lo que es realmente vivir.