El miedo constituye un instrumento de supervivencia del ser humano que, ante una situación que el individuo interpreta como peligrosa, genera una reacción tanto física como mental, poniendo el organismo “alerta” y generando una serie de efectos físicos (nerviosismo, tensión, aumento de la adrenalina, etc.). Sin embargo, hay que tener en cuenta que existen dos tipos principales de miedo: el miedo físico, o instintivo y el miedo psicológico. No hay nada malo en el miedo instintivo, el que hace que, ante situaciones de peligro, el propio cuerpo reaccione de forma visceral o impulsiva para salvar su propia integridad. Este miedo a menudo ayuda a la persona a salvaguardar su propia vida, haciéndole reaccionar rápidamente en momentos en que ésta corre peligro, gracias al incremento momentáneo de la tensión y la capacidad de reacción del organismo. Por otra parte, este miedo también nos ayuda a ser precavidos y no realizar acciones que sabemos que podrían dañar nuestra salud física. Sin embargo, el miedo psicológico es totalmente diferente. Se basa en situaciones mentales, en supuestos imaginarios creados por la propia mente, asociados generalmente a sucesos pasados registrados en la memoria como “algo malo” y que son proyectados mentalmente hacia un futuro hipotético. De este modo, el miedo psicológico genera una reacción parecida a la que genera el miedo instintivo (aumento de la tensión arterial, adrenalina, agudeza de los sentidos…), pero con una diferencia: se basa en una hipótesis inexistente. Estatua de la Quimera. Animal mitológico asociado con el miedo. Al igual que cuando soñamos el sueño se convierte en nuestra realidad, la creación mental asociada al miedo adquiere para el organismo la misma realidad que las circunstancias físicas externas. Para el cerebro, el miedo proyectado a través de un pensamiento sobre lo que “podría ocurrir” tiene la misma veracidad que el miedo surgido de una señal física de peligro ante un acontecimiento externo, por lo que la reacción es la misma.Cuando el individuo no es capaz de distinguir un miedo de otro, cuando el miedo psicológico se convierte en una constante en su mente, los pensamientos negativos acerca de lo que aparentemente es una amenaza para la mente se convierten en una fuente continua de sufrimiento, atenazando a la persona e impidiéndole tomar decisiones al respecto. El problema principal aquí es la identificación del ego con los pensamientos: la persona cree que sus pensamientos representan su identidad y esto hace que se identifique con aquellos pensamientos asociados al miedo psicológico, creando fobias y temores infundados acerca de proyecciones mentales. Estos temores se asientan en la personalidad del individuo y en ocasiones acaban generando un desequilibrio interno que afecta a su propia auto-imagen e incluso le impide llevar una vida normal o realacionarse adecuadamente con otras personas. El miedo psicológico a menudo afecta la relación del individuo consigo mismo. (Dibujo: La Emperatriz)Por supuesto, cada persona es un mundo y no siempre esto es así. A menudo el miedo psicológico se limita a evitar determinados comportamientos o al temor a emprender determinadas acciones, dependiendo de la propia personalidad de cada uno y de su mayor o menor capacidad para ver más allá del miedo. En cualquier caso, la clave para comprender el miedo psicológico radica en ser capaz de ver más allá de los propios pensamientos y, en cierto modo, cambiar la perspectiva mental para comprender que ese miedo psicológico no es real. En próximos posts hablaré más en profundidad de todo esto. En cualquier caso, estoy a vuestra disposición si queréis poneros en contacto conmigo a través de mi e-mail o del formulario de contacto para ampliar información al respecto o si queréis tratar alguna cuestión específica.
Etiquetas: Filosofía y espiritualidad
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Los miedos psicológicos radican o tienen que ver en su mayoría por miedos infundidos desde la infancia?
Hola Daniel. El miedo psicológico es aprendido a lo largo de la vida del individuo. Un bebé no tiene miedos, sino que los irá aprendiendo a lo largo de su vida, adquiriéndolos de quienes les rodean, como un mecanismo de defensa ante un entorno hostil para su sentido de personalidad. Esa personalidad, junto al conjunto de miedos, juicios y complejos que el ego arrastra, limitan y condicionan la manera de actuar del individuo.
Saludos Daniel, de la importancia del «miedo al miedo» es del que desearia preguntarte. Seguro puedes orientarme donde obtener información para mi trabajo sobre el miedo psicologico.
Muchas gracias y un saludo
Hola Antonio,
Gracias por tu comentario. Estaré encantado de ayudarte, tan sólo indícame qué tipo de información estás buscando. Puedes contestarme o, si lo prefieres, escribirme directamente a thelastpath@gmail.com.
Un abrazo,
Daniel