Cuando surge la aspiración al despertar, se produce una gran revolución interior que lleva al ser humano a replantearse sus ideas y sus conceptos acerca de la vida, la muerte y su «destino en este mundo». Esto te llevará habitualmente a investigar diferentes teologías, religiones, filosofías y, en definitiva, a buscar técnicas o métodos que te ayuden a resolver esas cuestiones que rondan por tu mente: «¿Qué hago en este mundo?» «¿Qué hay después de la muerte?» «¿Cuál es el sentido de mi vida?
Una búsqueda sin fin
Seamos claros: cuanto más estudies, cuantos más cursos hagas y cuanto más busques ese «camino al despertar», más te alejarás de él. Nunca se terminarán los cursos, no dejarán de surgir nuevos «pseudo-maestros», siempre habrá algo que no tengas y que «cuando lo alcances te hará despertar». Este es el círculo vicioso de la búsqueda sin fin, de la obsesión de la mente por entender, por razonar y por poseer la verdad.
Pero la Verdad no es algo que se pueda comprender, no está dentro de los límites de la mente, luego acumular conocimiento no te acercará a ella. Nadie puede decirte qué es estar despierto, ni qué debes hacer para conseguirlo, por una sencilla razón: el despertar no forma parte de tu mundo personal, la verdad está más allá de la mente.
«El Tao que puede ser nombrado con palabras, no es el Tao eterno» – Lao Tse |
Despierta de manera sencilla, aquí y ahora
Como siempre digo, sólo puedes alcanzar el despertar de una forma: por la experiencia directa. No puedes aprender cómo despertaron otros, ni desarrollar un método progresivo para alcanzar esa meta. De hecho, no existe ninguna meta que alcanzar. No necesitas ir a ningún sitio, ni conseguir nada. La verdad es lo que ya eres; el despertar es reconocerlo y vivirlo de manera plena, aquí y ahora, más allá de los acontecimientos que sucedan en tu conciencia. No compliques las cosas, no luches contra un dragón que no existe. Todo es más sencillo de lo que el mundo parece decirte.
Parafraseando a Huang-Po: «en lugar de buscar el despertar, deja de albergar opiniones al respecto». Todas las teologías, todas las ideas, son sólo eso: pensamientos personales, puntos de vista mentales acerca del mundo. La verdad está aquí y ahora, en la sencillez, en la acción sin fruto, en vivir tu vida de manera consciente, a cada momento, en cada respiración, en cada pensamiento. No necesitas más, sólo observa, se consciente del Yo Soy y cómo se desenvuelve en el mundo, sin juicio, sin búsqueda, sin lucha.