Hoy quiero hacer una pequeña reflexión en torno a la Navidad. Un tema que, al igual que cada año, estos días estoy viendo cómo causa una gran presión cultural y psicológica sobre las personas que me rodean. Me refiero a la necesidad de estar feliz en Navidad, de que todo vaya «de color de rosas» y que, durante estos días navideños, parezca que todo está bien y «en su sitio».
¿Qué significa para ti estar feliz en Navidad?
Esta es la primera cuestión que cabría analizar. Si uno observa los medios de comunicación, es fácil deducir cuál es el concepto de felicidad que se transmite a nivel general: estar con la familia, compartir regalos, tener buenos deseos para el próximo año… ¿Pero qué opinas tú? ¿Qué es lo que realmente te apetece hacer estos días? ¿Es algo tuyo, o viene inducido por la presión social que te rodea?
Durante los últimos años, por diversas circunstancias, he tenido la oportunidad de convivir durante las navidades con personas enfermas y con otras que estaban afrontando diferentes problemas personales. Una de las cosas que más me llamaba la atención era cómo, en su entorno, todo el mundo se esforzaba por hacer ver que todo estaba bien, que era navidad y que era obligatorio, de algún modo, estar feliz en navidad. Evidentemente, hay enfermos y personas a las que el ambiente festivo de la navidad puede ayudarles a mejorar el ánimo y sentirse más tranquilos, no cabe duda.
Pero, ¿y si no es así? ¿Y si simplemente te apetece estar tranquilo/a, o no te sientes feliz? Pues hazlo. Haz lo que sientas en este momento, sin importar lo que el entorno te exija. No tienes que cumplir con las expectativas de nadie. Si estás triste, o si la navidad no es para ti un periodo festivo por cualquier motivo, no tienes por qué aparentar lo contrario. La Paz Interior nace de la aceptación plena de uno mismo y del momento presente. No luches contra ello, tan sólo deja que la vida fluya, que todo siga su curso. Pero sin expectativas y sin obligaciones. Es navidad, nada más.
Tampoco es obligatorio odiar la Navidad
Después de la reflexión anterior, también hay que dejar claro que no estoy diciendo que no se deba disfrutar de este periodo festivo. Por supuesto que sí. Si te apetece, hazlo, nadie debe decirte lo que está bien o está mal. Esta época suele ser una excelente oportunidad para reencontrarte con tus seres queridos y pasar unos días en familia. También, por qué no, para compartir regalos y buenos deseos. No hay nada malo en ello. Como decía antes, la aceptación debe ser plena, en todo momento, independientemente de cuáles sean las circunstancias y las experiencias que te rodean. Y esa aceptación debe comenzar en ti mismo, sin condiciones, sin juicios, Aquí y Ahora.
¿Te molesta el ambiente festivo de esta época del año? ¿Sientes que no debería ser así? ¿Y por qué no? Deja que el mundo siga su curso. El universo entero cambia continuamente, no trates de detenerlo. Vive y haz lo que realmente quieras hacer.