Es un hecho que, en la sociedad actual, la adicción al pensamiento es algo habitual en casi la totalidad de la población. Y especialmente si hablamos de pensamientos dolorosos o que provocan una reacción negativa a nivel mental. En este sentido, la adicción al pensamiento negativo no solo merma nuestra paz mental, sino que también puede llevarnos a estados de ansiedad y depresión.
Sin embargo, a través de la atención y con un enfoque adecuado, es posible redirigir nuestros pensamientos hacia rutas más saludables y constructivas. Hoy trataré este tema y te daré una serie de estrategias efectivas para desactivar esa inercia tan negativa. La adicción al pensamiento negativo puede ser un hábito profundamente arraigado, que impacta negativamente en nuestra calidad de vida. Pero a través de la observación y la atención plena podrás ver más allá de los pensamientos repetitivos y encontrar tu propio espacio interior.
Estrategias para desactivar la adicción al pensamiento negativo
El pensamiento incesante es algo muy habitual. Especialmente podrás constatarlo si hablas con personas muy mayores o que padecen algún tipo de enfermedad mental. Pero que se haga más palpable no significa que sean los únicos casos. La inercia mental y la tendencia hacia la negatividad y los pensamientos dolorosos es una de las señas de identidad del mundo en que vivimos.
Como ya expliqué en una de las primeras entradas de este blog: tus pensamientos no son tuyos. Siempre son fruto de un juicio, una reacción ante un estímulo, ya sea interno o externo. Y dan una respuesta basada en la memoria y en las experiencias pasadas o, en su defecto, en una proyección hacia un futuro ilusorio. Sin embargo, cuando el pensamiento capta la atención completa del «yo soy», tiene total capacidad para crear la propia experiencia, al menos de forma subjetiva.
Veamos una serie de estrategias que te ayudarán a desactivar esa inercia, esa adicción al pensamiento negativo.
Acepta el pensamiento y no lo juzgues
El juicio y la resistencia sólo generarán más pensamientos. Aceptar que el pensamiento está ahí y dejar que se manifieste es una estrategia mucho más útil para recuperar tu atención y conseguir que el pensamiento deje de arrastrarte. Este enfoque no busca que te sientas mejor de inmediato, sino abrirte a experiencias que te permitan moverte con eficacia hacia una atención más amplia.
Observación distante
Trata de observar tus pensamientos negativos como si fueras un espectador externo. Esto te ayudará a no implicarte emocionalmente y a verlos disiparse con el tiempo. La práctica del mindfulness puede ser especialmente útil para desarrollar esta habilidad. Como siempre digo, la atención es tu mejor herramienta para volver a ti mismo. Y también es la mejor herramienta para superar la adicción a los pensamientos negativos.
Toma consciencia de las llamadas «rumiaciones»
Las rumiaciones, o el pensar excesivamente en los mismos temas, son habituales cuando existe una implicación emocional en relación a un tema o un asunto concreto. Puede ser un problema personal, un reto profesional, un tema de salud o cualquier otro aspecto de la vida diaria que acapare especialmente la atención. Nuevamente, enfócate en observar tus pensamientos sin juzgarlos y despejar lo que has creado en tu mente.
El ejercicio físico es un buen aliado
El ejercicio físico puede ser una herramienta poderosa para combatir los pensamientos negativos, gracias a su capacidad para aumentar los niveles de serotonina y reducir el cortisol. Además, centrar tu atención en una determinada actividad te ayudará a enfocarte en otras cosas, lo que hará que pierdan importancia esos pensamientos negativos que te atenazan mentalmente.
Vuelve al origen: evita los disparadores de tu adicción al pensamiento negativo
Identifica y evita aquellos estímulos que desencadenen tus pensamientos negativos. Para poder reemplazarlos por otros estímulos positivos, primero debes ser consciente de ellos. Una palabra, una determinada persona, una situación concreta… siempre hay algo que hace que la negatividad surja. Ser consciente de ese aparente punto de no retorno en tu mente, te dará la posibilidad de dejar ir la negatividad y seguir en tu centro, sin perder el control.
Valora más aquello que te hace ser más positivo
Los pensamientos, sean positivos o negativos, suelen surgir como respuesta a algo. Da igual que sea un estímulo interno o externo, pes el efecto que tiene sobre la mente es el mismo. Las relaciones con personas tóxicas o negativas provocarán que tus pensamientos también se adapten a ese tipo de energía, así que aprender a dejar ir a ese tipo de personas te ayudará a crear una inercia mental más positiva. Y lo mismo sucede con todo tipo de experiencia o actividad. Plantéate dejar atrás todo aquello que influya en tu adicción al pensamiento negativo.
Como es lógico, estar rodeado de personas y experiencias positivas puede hacer más fácil mantener alejados los pensamientos negativos. No hará que desaparezcan por arte de magia, pero sí generará un ambiente más tranquilo en el que podrás practicar tu atención plena.
Superar la adicción al pensamiento negativo está en tu mano, Aquí y Ahora
La atención consciente, la presencia tranquila en el Aquí y Ahora, no sólo es la clave para controlar la inercia mental y aprender a ver más allá de esa corriente de pensamientos negativos. También es la única manera de volver la atención hacia ti mismo de una forma real, sin perderte en infinitas teorías o en prácticas interminables.
La adicción al pensamiento negativo exige de ti, para superarla, un compromiso con prácticas conscientes de autoobservación, aceptación y redirección hacia lo positivo. Al integrar estas estrategias en nuestra vida diaria, no solo desactivamos los patrones de pensamiento destructivos, sino que también abrimos la puerta a una existencia más plena y satisfactoria.