Uno de los miedos más arraigados
en la mente es el miedo a lo desconocido. Podemos ver actuar este miedo muy
bien en el exterior, tanto a nivel personal (el miedo a perder el trabajo, a
perder la pareja o cualquier otra “posesión”), como a nivel social (miedo a
cambiar de sistema, a “perder lo que se había conseguido”, etc.). Basta con
hablar con cualquier persona sobre temas como la muerte o el despertar, para
ver cómo actúa el miedo a lo desconocido y lo mismo sucede si observamos los
medios de comunicación o las “decisiones” de las instituciones sociales. Pero,
como siempre, para comprender este miedo y trascenderlo, debemos empezar por
uno mismo. Te propongo un pequeño ejercicio que quizá ayude a dirigir la
observación:
en la mente es el miedo a lo desconocido. Podemos ver actuar este miedo muy
bien en el exterior, tanto a nivel personal (el miedo a perder el trabajo, a
perder la pareja o cualquier otra “posesión”), como a nivel social (miedo a
cambiar de sistema, a “perder lo que se había conseguido”, etc.). Basta con
hablar con cualquier persona sobre temas como la muerte o el despertar, para
ver cómo actúa el miedo a lo desconocido y lo mismo sucede si observamos los
medios de comunicación o las “decisiones” de las instituciones sociales. Pero,
como siempre, para comprender este miedo y trascenderlo, debemos empezar por
uno mismo. Te propongo un pequeño ejercicio que quizá ayude a dirigir la
observación:
1.
Cuestiónate qué es lo que conoces
Ya he hablado largo y tendido de este tema pero quizá la
forma más fácil de verlo sea aplicándolo a una situación concreta. Cuando surja
el miedo a perder algo, a quedarte sin nada o, en definitiva, a enfrentarte a
una situación desconocida, empieza por cuestionarte: ¿qué es lo que realmente
conozco?
forma más fácil de verlo sea aplicándolo a una situación concreta. Cuando surja
el miedo a perder algo, a quedarte sin nada o, en definitiva, a enfrentarte a
una situación desconocida, empieza por cuestionarte: ¿qué es lo que realmente
conozco?
Rápidamente surgirán en tu mente numerosas respuestas:
“conozco esto y aquello, porque yo soy tal y cual…”. ¿Cuál es el denominador
común de todo eso que conoces? ¿Qué nexo de unión existe entre las respuestas
que surgen en tu mente? Que están todas en tu memoria. No es real, no es la
verdadera situación a la que te enfrentas, sino un pensamiento, una idea que
tienes acerca de lo que está pasando. De hecho, en innumerables ocasiones habrás
comprobado cómo las expectativas y las ideas preconcebidas hacia alguna
situación no se han cumplido y todo ha resultado ser totalmente distinto.
Luego, ¿qué conoces realmente de la situación que está teniendo lugar aquí y
ahora? ¿Qué es lo que tu “yo” piensa que conoce?
“conozco esto y aquello, porque yo soy tal y cual…”. ¿Cuál es el denominador
común de todo eso que conoces? ¿Qué nexo de unión existe entre las respuestas
que surgen en tu mente? Que están todas en tu memoria. No es real, no es la
verdadera situación a la que te enfrentas, sino un pensamiento, una idea que
tienes acerca de lo que está pasando. De hecho, en innumerables ocasiones habrás
comprobado cómo las expectativas y las ideas preconcebidas hacia alguna
situación no se han cumplido y todo ha resultado ser totalmente distinto.
Luego, ¿qué conoces realmente de la situación que está teniendo lugar aquí y
ahora? ¿Qué es lo que tu “yo” piensa que conoce?
Abandona las viejas ideas para poder contemplar la belleza de lo desconocido |
2.
Vive la situación, en lugar de “pensar la
situación”
Tras observar qué es lo que aparentemente conoces de la
situación, la conclusión lógica será que, efectivamente, tienes unas ideas
acerca de ella, basadas en un pasado y en experiencias que se grabaron en tu
mente, formando tu historia personal. Pero la vida se está desplegando aquí y
ahora, no en el pasado ni en hipotéticos futuros, luego las ideas acerca de
este momento nunca van a poder ser reales. Surgen todas de la necesidad del ego
de filtrar los hechos a partir de ideas viejas sobre el mundo, miedos basados
en el pasado. El siguiente paso para resolver este conflicto es afrontar el
aquí y ahora sin juicio, sin ideas preconcebidas, simplemente viviendo los
hechos sin una pesada carga de historias y miedos del pasado.
situación, la conclusión lógica será que, efectivamente, tienes unas ideas
acerca de ella, basadas en un pasado y en experiencias que se grabaron en tu
mente, formando tu historia personal. Pero la vida se está desplegando aquí y
ahora, no en el pasado ni en hipotéticos futuros, luego las ideas acerca de
este momento nunca van a poder ser reales. Surgen todas de la necesidad del ego
de filtrar los hechos a partir de ideas viejas sobre el mundo, miedos basados
en el pasado. El siguiente paso para resolver este conflicto es afrontar el
aquí y ahora sin juicio, sin ideas preconcebidas, simplemente viviendo los
hechos sin una pesada carga de historias y miedos del pasado.
3.
Descubre lo real de este momento
Tras observar cómo la mente dibuja un momento “predefinido”
y cómo esas ideas acerca de lo que está sucediendo tienen lugar únicamente en
el pasado, el último paso es observar, sin juicio, el aquí y ahora. ¿Qué es lo
que queda cuando la mente está en silencio, cuando no hay pensamientos
diciéndote cómo deberían ser las cosas? Paradójicamente, la respuesta te
llevará más allá del miedo: lo único real, aquí y ahora, es lo desconocido. La realidad
nunca podrá ser conocida con la mente, aprendida o memorizada y, sin embargo,
esa verdad desconocida es lo único que existe eternamente, Aquí y Ahora.
y cómo esas ideas acerca de lo que está sucediendo tienen lugar únicamente en
el pasado, el último paso es observar, sin juicio, el aquí y ahora. ¿Qué es lo
que queda cuando la mente está en silencio, cuando no hay pensamientos
diciéndote cómo deberían ser las cosas? Paradójicamente, la respuesta te
llevará más allá del miedo: lo único real, aquí y ahora, es lo desconocido. La realidad
nunca podrá ser conocida con la mente, aprendida o memorizada y, sin embargo,
esa verdad desconocida es lo único que existe eternamente, Aquí y Ahora.