Una de las prácticas más habituales de todo buscador, cuando surge la Aspiración al despertar, es crear una especie de separación entre la «búsqueda espiritual» y el día a día. El argumento suele ser siempre el mismo también: «cuando estoy rodeado/a de otras personas, tengo que integrarme, participar de las conversaciones, ser uno/a más porque, si no actúo así, pensarán que estoy loco/a». También se suele aludir al hecho de que «esté despierto/a o no, también tendré que comer y no puedo dejar a un lado mis obligaciones personales».
¿Qué hay de cierto en todo esto? ¿Es realmente necesario separar entre los momentos de autoconocimiento y el día a día? ¿Es posible hacerlo y «llegar a buen fin»?
La separación te aleja de la Realidad
La búsqueda del despertar tiene como objetivo último alcanzar la unión con el Todo, volver al origen de nuestro Ser, más allá de la mente, más allá del tiempo y del espacio. Entonces, ¿cómo es posible conseguir eso «sólo a ratos»? No llegará un mañana en el que puedas despertar. No habrá otra oportunidad más que la que tienes delante, aquí y ahora.
Da igual que estés leyendo un libro, haciendo la compra, paseando por el campo o trabajando en la oficina. No separes unos momentos de otros, porque la separación te aleja de la Realidad. Y no habrá una segunda oportunidad en el futuro. No existe tal futuro.
Actúa de una manera íntegra en todo momento, presta atención al mundo que te rodea del mismo modo que prestas atención a tu respiración mientras meditas. El mundo también es tu respiración, también está en ti. No necesitas interpretar ningún papel ni «jugar a ser» nadie. No necesitas mentirte, ni mentir a quienes te rodean. Vive la vida y se consciente de cada momento, sin esperar a un futuro mejor. No necesitas alejarte del mundo, ni abandonarlo todo. Ya eres libre, aquí y ahora.
«El desapego en la acción no es alcanzable mediante la pasiva inactividad.
Ni la suprema perfección es alcanzable por la mera renuncia.»
(Bhagavad Gita)
Tu día a día también forma parte del despertar
Aprende a integrar todo cuanto hagas, tu día a día, en un Todo común. Da igual cuáles sean las circunstancias externas, da igual si estás trabajando o estás durmiendo. El espacio en el que todo eso sucede es siempre el mismo, único e inmutable. Tu mente es la que discrimina, la que crea diferentes «submundos» en tu día a día.
¿Qué significa esto? ¿Qué es integrar el día a día en el despertar?
En primer lugar, sé consciente de la Unidad, más allá de la mente y de la historia personal. Haz lo que tengas que hacer, aquí y ahora, sin más objetivo que la propia acción en sí misma. No busques vencedores ni vencidos, ni culpables, ni causas y efectos. Sólo vive, en lugar de «pensar que vives» y no busques complicadas teorías ni juegos mentales que, en último término, sólo conseguirán distraer tu atención e impedir que veas lo real tal como es. Presta la misma atención a cada momento, a cada acción, pues todas son igual de dignas y todas están igual de cerca de la Realidad.
Termino este post con un nuevo fragmento del Bhagavad Gita,que explica esto a la perfección:
«¡Oh, Arjuna! no hay nada que Yo deba hacer en ninguno de los tres mundos,
pues míos son.
No hay nada que tenga que conseguir, porque lo tengo todo.
Sin embargo, aún actúo.»