Cómo reconocer a un falso profeta – Abandona tus creencias 1 

Abandona tus creencias Aquí comienza una nueva serie de entradas, en la que trataré la cuestión de las creencias personales desde diferentes puntos de vista. Y creo que, a la hora de hablar de creencias e ideas aprendidas, no hay nada que lo ilustre mejor que una pequeña reflexión sobre cómo reconocer a un falso profeta. Seguro que, independientemente de dónde vivas, a lo largo de tu vida has conocido a más de uno, ¿verdad?

Desmontando mitos: cómo reconocer a un falso profeta

Cuando uno comienza a sentir la aspiración al Despertar, cuando surge en el interior esa inquietud por dar respuesta a las preguntas acerca de la propia existencia, el primer impulso suele ser buscar ayuda externa. Al fin y al cabo, si otra persona ya ha vivido lo mismo que tú y ha resuelto sus propias dudas, seguro que podrá ayudarte, ¿no?

Es evidente el tono sarcástico de estas palabras pero, para que quede claro: no, nadie te dará esas respuestas finales. La Verdad solo podrás encontrarla por ti mismo. Indudablemente, las religiones y filosofías pueden orientarte a la hora de comenzar tu búsqueda. Y un verdadero maestro también te ayudará a emprender ese camino de vuelta a tu Ser. De hecho, no hay nada más útil que la transmisión directa de alguien que ya ha trascendido su propia historia personal. Pero, lamentablemente, esto no suele ser lo habitual y encontrar a un verdadero maestro es tan difícil como ganar un primer premio en la lotería.

No tengas miedo de conocerte a ti mismo.

Estos son, a mi juicio, los principales atributos que definen a un falso profeta.

• Se pone siempre en primer lugar. Un «pseudo-maestro» siempre necesita defender su estatus de líder y toda su doctrina girará en torno a su «yo superior».
• Se aleja de ti, es inalcanzable. Por mucho que sigas sus pasos, nunca llegarás a su «nivel».
• Utiliza lenguaje «superior». El uso de términos o palabras sofisticados que aparenten una capacidad comunicativa sin igual, es una buena herramienta para aparentar saber de qué se habla y, al mismo tiempo, dificultar la formulación de preguntas.
• Habla de grandes experiencias místicas. Complicados viajes astrales, diálogos con seres de otros mundos, fenómenos paranormales… el bagaje en todos estos campos de un «pseudo-maestro» siempre será enorme.
• Ofrece técnicas y caminos muy complejos. La dificultad debe ser absoluta, para que siempre necesites su ayuda.
• Vende un despertar «por niveles». Todo falso profeta te ofrecerá diferentes grados de despertar. De este modo, siempre habrá un nuevo curso, una nueva técnica o una nueva excusa para no estar donde deberías estar.

Por último, me gustaría abrir un pequeño espacio de diálogo. ¿Se te ocurre algún indicador más? ¿Cuál ha sido tu experiencia en este asunto? No dudes en compartir tus comentarios con nosotros.