Las personas hablan con mucha frecuencia acerca de la libertad y cómo, para ellas, representa lo máximo a lo que pueden aspirar. Sin embargo, al indagar un poco más sobre qué es esa libertad de la que hablan, casi en todos los casos se asocia a una libertad material, relacionada con las posesiones, con el dinero o con el «tiempo libre».
¿Realmente existe algo como el «tiempo libre»? ¿Puede haber libertad para una persona creada a partir de la memoria, que vive continuamente viajando del pasado al futuro, en un ciclo interminable de pensamientos, juicios y miedos? La respuesta es muy rotunda: no. La persona, el yo, el ego o como queramos llamarle, nunca va a ser libre, pues sólo es parte de un mundo autodestructivo, al que las normas, los juicios y los problemas son los que confieren cierto sentido de realidad.
Tus ideas no son más que olas en el océano del Ser. No dejes que te esclavicen. |
¿Dónde está la verdadera libertad?
Como siempre, antes de responder a esta pregunta, mi consejo es volver al origen, al inicio del sufrimiento y lo que impide que seas libre. Se honesto contigo mismo y busca, aquí y ahora, qué es lo que no te permite sentirte en paz, tranquilo, libre de verdad. Seguramente surjan múltiples pensamientos y respuestas en tu mente: «yo no soy libre porque no tengo dinero y tengo que trabajar», «yo no soy libre porque no tengo pareja y necesito encontrar a alguien», «yo no soy libre porque…». Pero mira detrás de esas ideas: ¿de quién son? ¿quién no es feliz? ¿Realmente puedes coger a ese «yo», traerlo a este momento, aquí y ahora y verle cara a cara? No, porque es sólo un recuerdo, una idea en tu mente y, como tal, no es real. Nunca lo ha sido.
No basta con lo que otro te diga sobre el despertar, sobre la libertad o sobre el fin del sufrimiento. Lo importante es lo que tú seas capaz de ver, de descubrir. Y por supuesto, no se trata de leer mil libros, de hacer mil cursos o de alcanzar mil «estados superiores». Se trata de ser sincero, aquí y ahora y ver la realidad tal cual es. No existirá nunca otro momento donde despertar.
Y la realidad es que el Yo nunca será libre. Sólo yendo más allá de todo lo que existe, abandonando toda identificación contigo mismo, dejando a un lado tu historia y tu drama personal, podrás intuir lo que es la verdadera libertad. La libertad no está en el mundo, pues el mundo es una consecuencia de tu atadura al yo, a tu miedo y a tu confusión. Ve más allá de todo eso y ni siquiera necesitarás preguntarte qué es ser libre.