¿Cuáles son las fases del sueño y qué niveles de consciencia presentan? Esa es la pregunta que quiero tratar hoy.
Los sueños han sido, desde siempre, un importante objeto de fascinación para el ser humano. El sueño se asocia a la noche, a la oscuridad, a la parte yin de nuestra existencia. Es esa parte oscura y desconocida de uno mismo que en muchas culturas se asocia con el «otro mundo» o «nuestro otro yo». Esto se debe principalmente a que, durante las fases del sueño, la conexión consciencia -personalidad no se produce de la misma manera que en la vigilia, con lo que aparentemente durante las fases del sueño no existe un yo, una persona que permanece fija (como sucede en la vigilia).
Pero, que no haya una asociación con la personalidad consciente no significa que no permanezca la consciencia de ser, el sentimiento «yo soy». De hecho, durante el sueño, ya sea profundo o ligero, el ser es consciente de ser, y la consciencia permanece como observador, pero sin un proceso mental asociado a la memoria que nos diga «yo soy esto o lo otro». Es la memoria y la conexión de la mente con los procesos neuronales asociados a la misma la que crea una historia de vida en torno a los acontecimientos pasados, dando forma a una personalidad auto-proyectada. Pero sin memoria no hay personalidad, no hay cuerpo mental. Ese es el estado habitual en las fases del sueño.
¿Por qué recordamos los sueños?
Porque, durante la noche, se producen pequeños «despertares» y, en función de las fases del sueño en las que nos encontremos, más o menos profundas, la actividad cerebral es más o menos elevada. De este modo, durante el tiempo que estamos durmiendo hay etapas en las que la mente está operativa y el cerebro tiene la misma actividad que en el estado de vigilia, con lo que la memoria también permanece y es capaz de registrar las proyecciones mentales que se producen. Podemos decir, en definitiva, que recordamos los sueños cuando despertamos, cuando nuestra memoria es capaz de registrarlos.

Un breve recorrido por las fases del sueño
Recordemos los dos estados principales del sueño y sus distintas fases:
- Fase REM: son las siglas de la expresión inglesa «Rapid Eyes Movement», y se conoce con este nombre porque durante esta fase los globos oculares se mueven de manera muy rápida. Esta es la fase en la que soñamos, pues el cerebro está muy activo.
- Fase no REM: en esta fase se producen distintas etapas:
- Adormecimiento: es el estado de somnolencia que se produce en la transición entre la vigilia y el sueño.
- Sueño ligero: en este estado disminuye el ritmo respiratorio y el cardíaco y se alternan períodos de calma cerebral con otros de intensa actividad.
- Transición al sueño profundo.
- Sueño profundo, conocido como Sueño Delta. Es el estado de sueño más profundo, en el que las ondas cerebrales son más lentas y el ritmo respiratorio también se ralentiza. De esta etapa es más difícil despertar que de cualquier otra y, según los expertos, ocupa el 20% del tiempo total de sueño.
Durante las diferentes fases del sueño, como se puede observar, la actividad cerebral es diferente y existen periodos en los que la memoria es capaz de registrar los sueños y otros en los que no. Pero la relación observador-observado permanece y la conciencia es en realidad la misma que en el estado de vigilia. Por eso al despertar tenemos un sentimiento inmediato de bienestar (si no ha sido nuestro sueño alterado por circunstancias internas o externas, de las que hablaré en otra ocasión) y una sensación de paso del tiempo.
Para terminar, os dejo con un bello texto oriental del filósofo chino Zhuangzi (369-290 a.c.):
«Un día, Zhuangzi soñó que era una mariposa.
Voló al este y al oeste, hasta que se cansó tanto que quedó dormida.
La mariposa también tuvo un sueño: soñó que era Zhuangzi.
Al despertar, Zhuangzi no sabía si era él o era el Zhuangzi del sueño de la mariposa.
Tampoco sabía si Zhuangzi había soñado con ser una mariposa o la mariposa había soñado que era él.»