En primer lugar, quiero aprovechar estas líneas para dar las gracias a todas las personas que estáis solicitando el curso gratuito de I Ching de La Verdad en Ti Mismo y a todos los que estáis comprando el libro completo. Estoy muy satisfecho de cómo estáis respondiendo a esta propuesta, desde el mismo día en que salió a la venta en Amazon. Y, para continuar avanzando en este asunto, hoy quiero tratar un tema del que suelo hablar con casi todos los alumnos en algún momento: cómo usar el I ching y aplicarlo en el día a día.
Por supuesto, no existe una «norma escrita» acerca de qué debemos hacer con el I ching y qué no. Y, por supuesto también, cada uno es totalmente libre de practicar, de experimentar y ver cómo usar el I Ching para integrarlo en su vida y sus asuntos diarios. Al fin y al cabo, como siempre me gusta decir: «Nadie más puede vivir tu vida por ti». No obstante, como decía anteriormente, me habéis preguntado sobre este tema en muchas ocasiones y por eso hoy voy a comenzar una mini serie en la que iré explicando cómo utilizo yo el I Ching en mi vida diaria, tanto a nivel personal como en mi relación con otras personas.
Aprovecho también para recordaros que, todos los que habéis hecho tanto el curso de introducción gratuito como el curso completo del libro, también podéis contactarme para una primera consulta gratuita de I-Ching siempre que queráis o, si lo preferís, podéis realizar vuestra propia consulta y enviármela para recibir un feedback sobre la interpretación que os permita seguir avanzando.
Cómo usar el I Ching: pautas iniciales
Si no has leído mi entrada anterior sobre el esquema de una consulta de I-Ching, te recomiendo que empieces por ahí para ponerte en situación. En esta ocasión hablaré más de la predisposición y lo que podemos esperar y no de esa consulta. Así será más fácil mentalizarnos y tener claro cómo usar el I Ching en nuestro día a día.
- No conviertas la respuesta a la consulta en algo literal. Este es uno de los primero consejos que doy a todos mis alumnos. El Libro de I Ching de La Verdad en Ti Mismo contiene unos hexagramas con significados muy directos y sencillos, que a su vez están pensados para evitar una interpretación literal en torno a sus palabras. Pero sé que muchos de vosotros también utilizáis otras fuentes de consulta del I Ching y otros libros, cuyo enfoque es totalmente distinto. En cualquier caso, debes tomar el hexagrama, el trigrama o la información de I Ching que estés utilizando como un mensaje simbólico, nunca como algo literal. Piensa más en cómo aplicar esa idea o ese punto de vista a la consulta que estás realizando.
- Evita generar expectativas demasiado altas antes de empezar. Si tienes una idea previa a la hora de hacer tu consulta, si estás buscando «corroborar algo que ya piensas» acerca de una situación, es probable que la consulta de I Ching no te aporte gran cosa. Piensa que, precisamente por ser una herramienta basada en el azar y la espontaneidad, una idea preconcebida sobre la respuesta sólo te servirá para manipular la interpretación, quizá sin darte cuenta de que lo estás haciendo.
- No compliques las cosas. La respuesta más sencilla y directa suele ser la más acertada, sobre todo cuando estás aprendiendo. Quienes me habéis hecho alguna vez alguna consulta de I Ching habéis podido constatar que a veces entro en bastante detalle, intentando explicar cada apartado de la respuesta obtenida a través del hexagrama completo, de la agregación de trigramas o incluso línea por línea. Pero esto lo hago sobre todo para ayudaros a aprender a interpretar las diferentes partes del I Ching y que podáis entender mejor el proceso de interpretación. Mi consejo, sobre todo al principio, es que intentéis realizar interpretaciones sencillas y cortas, fáciles de asimilar.
- Evita las respuestas «cerradas y exactas». El I Ching, al menos como yo lo entiendo y como he intentado transmitirlo en mi libro, es una herramienta de reflexión y autoconocimiento. No es una herramienta de predicción de fechas exactas, de respuestas categóricas tipo «sí o no» ni cosas así. De hecho, la parte más interesante del I Ching va mucho más allá de responder a una simple respuesta acerca de una situación concreta en nuestra vida. A través de este tipo de consultas se adquiere un hábito de diálogo y reflexión internos que es lo que realmente enriquece nuestra experiencia con el I Ching.
- No te tomes demasiado en serio las respuestas. No te examines a ti mismo. Si quieres aprender cómo usar el I Ching y cómo integrarlo en tu día a día, lo mejor que puedes hacer es practicar. Utilízalo siempre que puedas, porque así adquirirás un hábito de interpretación y aprenderás a analizar las cosas desde una perspectiva mucho más amplia de la habitual. Pero no te obsesiones con ello. No te exijas a ti mismo «respuestas perfectas», porque no existen. Tómatelo más como cuando preguntas a un amigo acerca de una situación para tener un punto de vista diferente. El I Ching puede ser eso, tu mejor amigo y tu mejor compañero a la hora de tomar decisiones y comprender lo que sucede a tu alrededor. Pero, si te obsesionas demasiado con los resultados, también puede convertirse en una carga más en tu rutina mental diaria, que no aporte nada nuevo.
En próximos artículos iré desmenuzando cada uno de estos puntos y trabajando otras cuestiones que me vayáis planteando vosotros, para que de este modo podamos seguir trabajando y aprovechando esta fantástica herramienta de autoconocimiento que es el I Ching. ¡Espero vuestros comentarios y mensajes privados!