Artemidoro de Efeso fue uno de los principales estudiosos del mundo onírico de la antigüedad. Vivió la mayor parte de su vida en Lidia, durante el siglo II D.C., pero su afán por el estudio de los sueños y la conciencia humana le llevó a viajar por numerosos países. En su obra «Oneirokritiká» (La interpretación de los sueños), recogió más de 3.000 sueños de las personas que le consultaban, a lo largo de 5 volúmenes, elaborando el libro de los sueños más antiguo que se conoce.
Según Artemidoro, podemos distinguir 4 tipos de sueños:
- Sueños verdaderos.
- Visiones.
- Fantasías.
- Apariciones.
La clave para su interpretación de los sueños radica en el simbolismo. Artemidoro elaboró un primer diccionario simbólico para ayudar a la interpretación.
Significados de la enfermedad y la danza según Artemidoro
– La enfermedad. Soñar con estar enfermo es, según Artemidoro, un buen presagio para quien esté detenido. Para el resto de personas, soñar con la enfermedad representa un período de desocupación, ya que, según el autor romano, los enfermos no trabajan. Por su parte, visitar a un desconocido enfermo representa, por la simbología inversa, una posible enfermedad para quien sueña.
– Danza. Según escribe el propio Artemidoro: «Danzar en la propia casa, en presencia de nuestros familiares, es un buen augurio, así como ver danzar a la esposa y los hijos del durmiente». Se asocia la danza en el sueño con la abundancia y la alegría. Sin embargo, aquí Artemidoro distingue claramente el contexto en el que se produce la danza, considerando los siguientes matices:
- Si se danza sobre un teatro, es augurio de riquezas poco duraderas, como la propia obra de teatro.
- Si se danza en presencia de extraños o de familiares enfermos, puede ser un mal augurio para el durmiente.
- Para el preso, soñar con la danza representa la liberación del cautiverio.
Como podemos ver, Artemidoro no sólo analiza una serie de símbolos inconexos y de forma separada, sino que tiene en cuenta tanto la situación de vida del durmiente como el contexto propio del sueño. Hay que añadir, como dije en una entrada anterior, las emociones y sentimientos que surgen durante el sueño, que también aportan a menudo un factor de comprensión incluso mayor que los símbolos e imágenes que surgen durante el sueño.
El mundo de los sueños ha despertado la fascinación del ser humano desde la antigüedad, pues representa un lazo de unión con nuestro mundo interno.