Una de las claves fundamentales del desarrollo de la conciencia interior a través del Yoga es, sin duda alguna, la respiración. El aliento de vida, prana, es la fuente de desarrollo interno más importante. Con la observación de la respiración y el desarrollo de unos hábitos adecuados en torno a ella es posible despejar la mente y desrarollar una consciencia despierta, capaz de vivir plenamente en el momento presente y de trascender las preocupaciones diarias.
Como ya expliqué en un post anterior sobre el pranayama, en Vedanta la respiración se divide en 3 zonas principales: el bajo abdomen, el medio abdomen y el pecho. También se suele aludir a respiración abdominal, costal y clavicular, en alusión a las zonas indicadas.

En función de la técnica a desarrollar, se incidirá más en alguna de las 3 zonas o, en su lugar, se desarrollará una respiración que abarca las 3. Este último caso es el de la respiración profunda, que también expliqué en un post anterior, en el que podréis ampliar información sobre esta técnica. Básicamente se trata de realizar una especie de ola que, durante la inspiración, sube desde el bajo abdomen hasta el pecho y, en la espiración, realiza el recorrido contrario. De este modo se desarrolla una respiración que abarca todo el organismo, llevando el prana a todas las células del cuerpo.

Estatua en honor de Shiva, dios al que se atribuye el origen del Yoga.
A pesar de hacer una respiración profunda no hay que forzar ni realizar un gran esfuerzo en ningún caso, pues eso distraería nuestra atención e impediría una relajación adecuada. El aire debe entrar con naturalidad por las fosas nasales y la respiración se desarrollará de un modo lento y tranquilo, sin brusquedades.
El siguiente paso es practicar también la retención de aire (kumbhaka), como vía para desarrollar la concentración o la relajación, en función de cuando se realice: si la retención se hace tras la inspiración, cuando los pulmones están llenos de aire (Antara kumbhaka), se favorece la concentración y se despierta el organismo; si se practica cuando los pulmones están vacíos (Ahya kumbhaka), se favorece la relajación y contribuye a serenar la mente.

Shiva el Destructor
El Yoga, en todas sus vertientes y escuelas, da una importancia fundamental a la respiración y sería una labor demasiado compleja intentar explicar todas las técnicas existentes en una pequeña entrada como esta. Pero sin duda el Vedanta tradicional (sin tener en cuenta las escuelas modernas) es una de las culturas que mejor supo entender la importancia de la respiración como puente entre el exterior y el interior, como vía para ir más allá del pensamiento.