Tu experiencia del mundo, a lo largo de tu vida, está filtrada por tu interpretación de cuanto te rodea. Al interactuar con las personas, en realidad no lo estás haciendo con el Ser que hay al otro lado, sino con tu propia idea de esa persona. En este estado, una relación personal no puede ser nunca completa y siempre terminará causando más sufrimiento. Como ya comenté en la entrada sólo el cambio permanece, es el apego a nuestra idea de la otra persona lo que nos lleva a generar una expectativa y, finalmente, un papel de víctima.
Toda tu experiencia del día a día está sujeta al filtro de la interpretación, surgida de tu historia personal, de tu idea de Yo soy. Mientras permaneces en ese estado de ilusión mental, toda tu vida se basa en la repetición constante de los patrones mentales adquiridos a lo largo de tu vida. Como estos patrones suelen estar en conflicto con lo que sucede aquí y ahora, el sufrimiento es inevitable.
Deja que la vida fluya, sin aferrarte a nada y aceptando cuanto te rodea tal cual es. Esa es la verdadera sabiduría. |
La aceptación trae la paz
Para romper la identificación con nuestra historia personal y, de este modo, dejar de estar atado al filtro del pasado, basta con que sigas dos pasos:
- Observar sin juicio tus reacciones internas a cuánto sucede a tu alrededor. Veras que la mayor parte de tus pensamientos surgen a partir de ideas antiguas, de tu historia personal.
- Aceptar la realidad, sin juzgarla. No busques una idea o una interpretación, simplemente acepta lo que sucede, tanto dentro como fuera.