Maya es uno de los conceptos fundamentales del hinduísmo y hace referencia a “lo que no es”, a la ilusión que cubre la consciencia del ser y le lleva a identificarse erróneamente con el cuerpo y con la personalidad nacida de la memoria. Bajo la influencia de los tres gunas (sattva, rayas y tamas), el ser es atrapado por la ilusión de la materia, enredándose en un ciclo constante de pensamiento e identificación con el yo, que se conoce como Maya. Debido a esta ilusión, el Atmán se identifica con el cuerpo y surge el el pensamiento “yo soy”. De este modo, buscamos la identificación con objetos externos a nuestro ser: “yo soy una persona”, “yo soy adulto”, “yo soy bueno”, etc. Este pensamiento raíz, “yo soy”, crea la ilusión del ego que envuelve a la conciencia e impide ver el verdadero ser, buscando la satisfacción y la autorrealización a través de las posesiones materiales e identificando la propia existencia con la supervivencia del cuerpo. La ilusión de Maya hace, por tanto, que el ser se olvide de si mismo y busque su propia identidad en las cosas temporales, como su personalidad, sus recuerdos y sus pensamientos. La personalidad se forja a través de los recuerdos, es una ilusión que da aparente sentido a lo que “somos”, pero que carece de realidad. De este modo surge la conciencia individual y aparentemente separada de cuanto nos rodea. En este estado, el atmán queda atrapado por la ignorancia (tamas), que conduce al sufrimiento. (Imagen de Krishna mostrando la verdad a Arjuna. B.G.) Mediante el desarrollo de la sabiduría y el despertar de la consciencia interior es posible superar las tres gunas, alcanzando la liberación del sufrimiento y permitiendo al ser reencontrarse consigo mismo y deshacer el velo de la ilusión tejida por Maya. El objetivo del yoga y la meditación en sus distintas vertientes (pranna yoga, gnani yoga, etc.) es ver más allá de la ilusión de Maya y ser capaces de eliminar de nuestra consciencia lo irreal, para ver la realidad del ser. Para ello es preciso trascender nuestro ego, ir más allá del pensamiento “yo soy” y contemplar nuestra verdadera esencia, aquello que es no manifestado (Brahman). El estado de liberación no es algo que se pueda alcanzar ni es algo que se pueda comprender o controlar. Es el estado del ser original, en el que se eliminan los opuestos y desaparece el discurso interior y el sentido de personalidad. Sólo a través de este estado podremos romper la ilusión de Maya y encontrar la verdadera liberación interior. “Lo irreal nunca ha existido; lo Real nunca ha dejado de existir. Con certeza, esta verdad sólo la han podido entender los auténticos buscadores de la verdad. El Espíritu es indestructible e imperecedero; todo lo penetra. Nadie puede destruir ese Ser Inmutable». (Bhagavad Gita. Cap. 2: 16-17)
3 comentarios
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Hola Erika,
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Un saludo,
No sé de cuándo sea esta publicación, pero me gusto mucho y me aclaro algunas dudas. Por lo que pude entender la ilusión desencadena dolor, pero ese dolor no es real porque es ilusión, parece un juego de palabras pero creo que si logro entender lo que quieren decir.
Gracias.
Gracias por tu comentario, Claudina. Efectivamente, ilusión y dolor forman parte del mismo juego de Maya.
Un abrazo,
Daniel