Uno de los temas recurrentes de este blog ha sido la
atención y su importancia en el despertar. Existe mucha literatura interesante
sobre este tema, como la teoría budista acerca de la Recta Atención, que
constituye uno de los principios más importantes de la transmisión del Dharma.
Sólo mediante la atención serena y sin juicio es posible desarrollar el
silencio interior que nos permita ir más allá de los pensamientos y la historia
personal.
atención y su importancia en el despertar. Existe mucha literatura interesante
sobre este tema, como la teoría budista acerca de la Recta Atención, que
constituye uno de los principios más importantes de la transmisión del Dharma.
Sólo mediante la atención serena y sin juicio es posible desarrollar el
silencio interior que nos permita ir más allá de los pensamientos y la historia
personal.
El silencio es tu estado real
A menudo, cuando hablo sobre este tema, veo que las personas
“buscan el silencio” y en ocasiones me relatan cómo llegar a ese estado de
quietud mental les reporta una sensación de bienestar, de tranquilidad, pero
que normalmente dura poco tiempo y la mente vuelve pronto a sus “quehaceres
diarios”, regresando la rutina mental y el sufrimiento.
“buscan el silencio” y en ocasiones me relatan cómo llegar a ese estado de
quietud mental les reporta una sensación de bienestar, de tranquilidad, pero
que normalmente dura poco tiempo y la mente vuelve pronto a sus “quehaceres
diarios”, regresando la rutina mental y el sufrimiento.
La realidad es justo la contraria: el silencio es el estado
real, el lugar natural del Ser y es la mente la que “viene y va”, enredándose
en dramas y miedos personales. De hecho, regresar al silencio es algo
espontáneo, inmediato, sin un proceso ni un “antes y después”. El esfuerzo
radica en realidad en el proceso de recrear una y otra vez la historia de dolor
del yo. Pero la mente está tan acostumbrada a ese proceso que, en apariencia,
es el estado habitual.
real, el lugar natural del Ser y es la mente la que “viene y va”, enredándose
en dramas y miedos personales. De hecho, regresar al silencio es algo
espontáneo, inmediato, sin un proceso ni un “antes y después”. El esfuerzo
radica en realidad en el proceso de recrear una y otra vez la historia de dolor
del yo. Pero la mente está tan acostumbrada a ese proceso que, en apariencia,
es el estado habitual.
El Yo es sólo una gota de agua en el océano infinito de tu conciencia |
Regresa al
silencio, aquí y ahora
Observar el silencio, interior y exterior, es una de las
mejores vías de desarrollar una atención despierta. Aprende a ser consciente
del silencio que existe entre tus pensamientos, de esa nada de la que parecen
surgir, del espacio que los contiene. No juzgues lo que dicen, ni si son buenos
o malos. Observa el silencio de fondo. Verás que es mucho mayor que el ruido, que
los pensamientos sólo son olas que vienen y van, pero es el silencio, la paz,
lo que permanece inalterable. Y verás también algo muy prometedor: lo tienes
aquí y ahora, siempre contigo. En cuanto tu atención cambia, ves que el
silencio está ahí, no necesitas hacer nada. Regresar a él es algo instantáneo
pero, en cuanto intentas comprender cómo funciona, atraparlo o juzgarlo de
cualquier modo, ya se ha ido, pues tu atención vuelve a estar en la mente.
mejores vías de desarrollar una atención despierta. Aprende a ser consciente
del silencio que existe entre tus pensamientos, de esa nada de la que parecen
surgir, del espacio que los contiene. No juzgues lo que dicen, ni si son buenos
o malos. Observa el silencio de fondo. Verás que es mucho mayor que el ruido, que
los pensamientos sólo son olas que vienen y van, pero es el silencio, la paz,
lo que permanece inalterable. Y verás también algo muy prometedor: lo tienes
aquí y ahora, siempre contigo. En cuanto tu atención cambia, ves que el
silencio está ahí, no necesitas hacer nada. Regresar a él es algo instantáneo
pero, en cuanto intentas comprender cómo funciona, atraparlo o juzgarlo de
cualquier modo, ya se ha ido, pues tu atención vuelve a estar en la mente.
Aplica esta nueva visión también en el mundo que te rodea:
observa el silencio que hay siempre en el fondo, independientemente de los
ruidos que sucedan. Se consciente de ese gran vacío que todo lo contiene y todo
lo llena. Y verás que, poco a poco, tu atención se quedará ahí de manera
natural, sin esfuerzo. El silencio es espontáneo, inmutable, eterno. Ese es tu
verdadero hogar.
observa el silencio que hay siempre en el fondo, independientemente de los
ruidos que sucedan. Se consciente de ese gran vacío que todo lo contiene y todo
lo llena. Y verás que, poco a poco, tu atención se quedará ahí de manera
natural, sin esfuerzo. El silencio es espontáneo, inmutable, eterno. Ese es tu
verdadero hogar.