Como expliqué en un post anterior, uno de los principios del noble óctuple sendero es la Recta Atención. Así lo explica el Buda Sakyamuni, en relación a la atención al inhalar y al exhalar: “Cuando un Bhikkhu está inhalando con aliento profundo comprende: “Inhalo con aliento profundo”. Cuando exhala con aliento corto, comprende: “Exhalo con aliento corto” (….) . Bhikkhus, cuando se desarrolla así la atención al inhalar y al exhalar, cuando se la hace crecer, produce gran fruto, grandes beneficios.”(Sutta 118. Ânâpânasatisuttam)El desarrollo de la Recta Atención es un punto clave de la práctica de zazén. Debemos prestar atención a la entrada de aire por las fosas nasales, observando la inhalación y notando cómo el aire inunda nuestro cuerpo. La respiración no debe ser excesivamente controlada, ni forzada, ni tratar de hacer una inspiración profunda, sino que debe ser relajada y tranquila. Del mismo modo, en la exhalación observaremos cómo nuestro cuerpo se vacía de aire, contrayendo ligeramente el abdomen de un modo muy suave. La exhalación será normalmente más extensa que la inhalación, pues de este modo se favorece la relajación.(Estatua del Buda Sakyamuni)Una vez mantenida la postura de zazen adecuada y, mientras mantenemos la atención en la respiración, dejaremos ir todo pensamiento, todo concepto de nosotros mismos y toda preocupación. Debemos abandonar toda idea y todo concepto y simplemente ser uno con la práctica. Esta es sin duda la parte más difícil, pues la mente occidental normalmente es un torbellino de pensamiento incesante y, si tratamos de luchar contra ella y frenar el pensamiento, no lograremos más que agitar aún más nuestra mente y la práctica no será fructífera. La forma de calmar nuestra mente es observar el pensamiento sin dejarnos arrastrar, sin “ir detrás”. Dejemos que los pensamientos surjan y pasen ante nuestra conciencia atenta, sin más. No hay que rechazarlos, ni calificarlos, ni tratar de frenarlos, sino mantener la atención y dejar que pasen. De este modo, con la práctica de zazen conseguiremos que el flujo de pensamiento pase sin arrastrarnos, desplegando un nuevo estado de conciencia sereno y despierto, más allá de nuestro ego y nuestra historia personal. Este es el camino para desarrollar la recta atención a través de la práctica de zazen.
Etiquetas: Meditación
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