A lo largo de estos años, he hablado en numerosos posts acerca de qué es la muerte y lo que implica para el «yo soy». También he tratado la cuestión del miedo a la muerte, uno de los más viscerales y profundos dramas de cualquier ser humano. De hecho, la simple palabra muerte ya genera un respeto en la mente humana. Nos recuerda el inevitable e incierto destino que nos espera, tarde o temprano. Hoy quiero profundizar un poco más en este tema, analizando cómo las fantasías mentales y las ideas acerca de «un futuro perfecto» sólo ayudan a incrementar el miedo y el sufrimiento. Si quieres saber qué es la muerte, primero investiga y descubre qué es la vida.
No busques culpables. La muerte es un destino natural de toda forma de vida.
Así es, da igual cuál sea el desencadenante, o qué haya sucedido previamente. La muerte es un hecho objetivo, sin excusas y sin culpables. Es posible que, leyendo estas palabras, surjan en tu mente ideas acerca de muertes «injustas», como las siguientes:
- Una larga y penosa enfermedad.
- Un accidente de tráfico.
- Una muerte violenta, asociada a un crimen.
- La muerte de una persona muy joven.
- Etc.
¿Qué tienen en común todos estos ejemplos? ¿Cuál es la relación entre esos diferentes tipos de muerte y el miedo asociado a ellas? Parece bastante evidente: en todos los casos, el drama está asociado a las circunstancias que rodean al final, no a la muerte misma. De hecho, todos hemos conocido casos en los que, tras una terrible enfermedad, la muerte ha supuesto una verdadera liberación, tanto para el fallecido como para las personas que tenía a su alrededor. Es habitual, en estos casos, que surjan pensamientos como «ya ha descansado» o «por fin está en paz». Entonces, ¿por qué en unas ocasiones la muerte es positiva y deseable y otras veces supone un terrible drama? La clave está, como siempre, en la identificación con el «yo soy», en intentar mantener viva una idea acerca de ti mismo. Y, como toda idea, es algo temporal, nos guste o no.
En ocasiones, el afán por mantener la vida a cualquier precio (normalmente con un interés legítimo y hasta admirable), conlleva una batalla perdida por mantener unas pésimas condiciones de vida y un estado físico o incluso mental deplorable de la persona. ¿Es eso una «victoria sobre la muerte», o una simple y temporal fantasía? Por mucho que queramos negarlo, la respuesta más acertada parece ser la segunda…
¿Qué es la muerte para ti? El drama nace de la fantasía de un futuro interminable
Como decía antes, el drama asociado a la muerte siempre está relacionado con las circunstancias externas en que se produce. Pero, para superar el miedo a la muerte, hay que comprender una cosa: estamos hablando de un suceso completamente natural, un proceso orgánico equivalente al nacimiento. Dejemos de mirar a otro lado y aceptemos la realidad. Todo lo que nace muere, es parte de la vida.
Si observas a las personas que te rodean, verás que, por norma general, todas ellas tienen sueños y metas por alcanzar en un futuro ideal. Quieren ser felices, alcanzar el éxito en los negocios, superar una enfermedad, encontrar una pareja maravillosa… Todas sus fantasías se centran en un futuro hipotético, ¿verdad? Pero, ¿qué sucede cuando aplicamos ese mismo enfoque a la muerte? En este caso, la imaginación no conoce límites y, en su búsqueda por encontrar una tabla de salvación, el «yo soy» se aferrará casi a cualquier cosa. Así nacen las ideas acerca de una vida después de la muerte, del cielo, el infierno y toda la mitología que gira alrededor del destino final. Pero, ¿realmente esas ideas te ayudan a estar más tranquilo, a no tener miedo a la muerte?
La clave del miedo a la muerte está en el terror que el ser humano siente ante lo desconocido. Esa es la clave principal de este asunto. No sabes qué es la muerte, qué hay tras ella, ni qué será de ti cuando llegue ese momento. Y eso es precisamente lo que te aterra, el no saber.
Para saber qué es la muerte, antes descubre qué es la vida. Ambas son parte del mismo todo.
Sin embargo, ¿qué es lo que sabes de ti ahora mismo, en este preciso instante? Conoces tu nombre y apellidos, cuál es tu profesión, en qué lugar vives, cómo se llama tu familia, etc. ¿Qué es todo eso? Una historia personal, un conjunto de ideas acerca de ti mismo. ¿Es eso todo lo que tienes? En ese caso, no tienes nada. Todas esas ideas son tan fugaces como un castillo de arena y la muerte vendrá a limpiarte de todas ellas, antes o después.
Admítelo, hemos dado con un punto de no retorno. La muerte no tiene marcha atrás y todas las ideas acerca de ti mismo no te acompañarán en ese instante final. No sabes qué es la muerte y nunca lo sabrás mediante el análisis lógico. Pero hay una buena noticia: ese punto de no retorno está Aquí y Ahora. No tienes nada que perder, porque nada de lo que has imaginado ser o poseer es tuyo. ¿Quieres trascender la muerte? Empieza por trascender la vida, por dejar atrás tus ideas sobre ella, porque es tan desconocida para ti como la propia muerte. Ya eres libre, en este mismo instante. Deja de buscar fantasías y no habrá más miedo.