Recientemente se ha desarrollado un algoritmo que prácticamente es capaz de leer la mente humana. Según los resultados publicados, este algoritmo es capaz de interpretar, con un 87% de efectividad, lo que está pensando un individuo. Esta interpretación es posible mediante una resonancia magnética del cerebro, que muestra las diferentes áreas del mismo que se activan en cada momento. Se ha descubierto cómo relacionar la actividad detectada en la resonancia magnética con los conceptos con los que está trabajando, y ésa es la clave de la «lectura de mente».
Todos, o al menos la mayoría, hemos pensado alguna vez cómo sería poder leer la mente de alguien. Ciertas ramas de estudio, como la telequinesia, han tratado de ahondar en esta posibilidad, hasta ahora, muy remota (más allá de la fe y la credibilidad que uno quiera depositar en ciertas prácticas). Sin embargo, la ciencia ha seguido un camino muy diferente y, gracias a estudios como el que nos ocupa, las máquinas están cada vez más cerca de conseguirlo. ¿Y si, dentro de un tiempo, se pudiera saber exactamente lo que alguien está pensando en tiempo real? El pensamiento humano, como ya había mencionado en otras ocasiones, se compone de ideas y recuerdos, que son solamente información, como la que almacenan actualmente ordenadores y otros dispositivos. Con esta analogía, podemos ver que no es tan diferente un tipo de información de otra. Las ideas como, por ejemplo, las que componen tu identidad y tu historia personal, son información igual que aquella con la que trabajas a diario en diferentes dispositivos informáticos.
¿Qué implicaciones tendría leer la mente? Recuerda: la información es otro límite.
La información, por muy extensa que sea y por mucho conocimiento que aporte, no deja de ser una acumulación de simples datos. Por tanto, en ella no encontrarás aquello que está más allá de la mente. Y, aunque pueda parecer lo contrario, experimentos con máquinas e inteligencias artificiales capaces de leer los pensamientos del cerebro abren la puerta a una investigación más allá del razonamiento lógico que, como se puede ver, es un proceso físico y limitado, al igual que el resto de los procesos de nuestro organismo.
Los límites, aunque puedan resultar muy útiles, no pueden llegar a lo infinito; no pueden contener el vacío de la existencia. Más allá de las ideas, más allá de los límites de todo tipo, es donde está lo que realmente eres. Si quieres encontrar aquello que la mente no puede comprender, aquello que no se puede etiquetar ni almacenar, sólo podrás hacerlo mediante la propia experiencia vital. Ninguna técnica ni ninguna idea podrá darte aquello que está fuera de su límite.