I-ching: el libro de las mutaciones.

El origen de este texto no está del todo claro. Se estima que el primer libro conocido data del siglo XI antes de Cristo y está asociado al taoísmo. Para el I-ching, el universo entero está en constante cambio y lo único que permanece es, precisamente, el cambio. Es uno de los textos principales de la filosofía del yin-yang. Yin representa lo femenino, la oscuridad, el aspecto negativo, mientras que yang representa lo masculino, el aspecto positivo. Ambos se complementan y son mutuamente dependientes, representando la continua evolución de todo cuanto habita el universo.

Cuenta una hermosa leyenda que, hace 5.000 años, mientras paseaba por la orilla del río Amarillo, el emperador chino Fu Hsi vio salir de sus aguas un inmenso dragón, cuyas escamas blancas y negras estaban distribuidas de una forma muy especial, formando unas figuras geométricas que fascinaron al emperador. Fue tal su fascinación por estas figuras, que decidió plasmarlas en un dibujo a través de líneas enteras y quebradas. Pronto descubrió que estas líneas tenían un significado que iba más allá de cualquier interpretación artística, dando lugar al I-ching, el libro de las mutaciones.

Hay varias formas de consultar el I-ching. Antiguamente, se utilizaban tallos de milenrama, pero en la actualidad lo más extendido son las famosas monedas de I-Ching. Según las caras y cruces obtenidas como resultado de la consulta, se dibujan líneas quebradas o enteras (y sus correspondientes mutaciones), dando lugar a los trigramas y hexagramas. En artículos posteriores explicaré los principios fundamentales a tener en cuenta a la hora de consultar el I-ching. En la imagen podéis ver los trigramas que componen la base del I-Ching:

 Si te interesan los trigramas del I-Ching, descarga los trigramas originales de La Verdad en Ti Mismo en este enlace.