Todo lo que ves, incluyendo tu propio cuerpo, es en un altísimo porcentaje espacio vacío. La ciencia ha demostrado este hecho en varias ocasiones, y un buen ejemplo de ésto es la estructura de los átomos que componen la materia.
Un átomo, a grandes rasgos, está compuesto por dos partes:
- Un núcleo de protones y neutrones al cual, aparte de contener la carga positiva del átomo, le corresponde casi toda su masa.
- Una corteza de electrones orbitando a su alrededor, que contiene la carga negativa del átomo. La masa de un electrón es unas 2000 veces menor que la de un protón, por lo que la masa de esta parte es mínima.
El tamaño del núcleo es ínfimo en comparación al espacio entre éste y los electrones, lo que ejemplifica a la perfección por qué el espacio vacío predomina sobre la materia. De hecho, es tan alta la proporción de espacio sobre materia que, si pudiéramos suprimir el espacio vacío a nivel atómico, la humanidad entera cabría en el volumen de un terrón de azúcar.
Entonces, ¿por qué la materia parece consistente?
Si la materia es casi en su totalidad espacio vacío, ¿por qué parece ser algo consistente? ¿Qué es lo que impide que unos cuerpos atraviesen a otros y dé la impresión de estar en un «mundo fantasma»? El concepto de «espacio vacío» implica ausencia de materia. Sin embargo, sigue habiendo energías (como, por ejemplo, la energía gravitatoria) que mantienen las cosas en su sitio, y que permiten a la materia interactuar con aquello que la rodea de la forma en que lo hace. De hecho, la energía a nivel atómico es mucho más potente de lo que pudiera parecer por su tamaño. Tanto es así, que tu cuerpo nunca ha tocado nada realmente. Por increíble que pueda parecer, nunca has tenido contacto físico real con nada, ni siquiera con el suelo que pisas o con la ropa que llevas puesta. Entonces, ¿por qué sientes el tacto de aquello que, aparentemente, estás tocando? La respuesta es, de nuevo, la energía. Lo que sientes no es el contacto con los átomos de lo que te rodea, sino la fuerza de tus electrones intentando repeler los del otro cuerpo.
El universo entero es, en su mayoría, espacio vacío
A nivel macrocósmico, esto funciona exactamente igual. El espacio que hay entre estrellas y entre galaxias es inmenso en comparación con la materia que las compone, lo que da a entender que el vacío, a todos los niveles, es lo que sostiene el universo. Es gracias a ese espacio que todo puede existir tal y como lo conocemos. La energía que mantiene las cosas en su sitio y el espacio en el que todo está en constante movimiento son los responsables de que todo sea como es. Es gracias a ello, por ejemplo, que los planetas en nuestro sistema solar siguen orbitando en torno al Sol, sin precipitarse contra él ni salir del sistema solar para vagar sin rumbo por la infinidad del universo.
El vacío constituye uno de los núcleos de La Verdad en Ti Mismo, como ya sabréis quienes hayáis leído cualquiera de mis libros. La ciencia cada vez se acerca más a la comprensión de qué es lo que realmente representa el espacio vacío pero, por mucho que investiguemos y sigamos avanzando, el vacío siempre será algo inalcanzable para la mente humana, como la energía oscura y la materia oscura lo son para el universo físico.