¿Cuál es la causa de tu sufrimiento? ¿Quién es el culpable de tu dolor? Abandona el papel de víctima y sé honesto: no hay culpables, ni cuentas pendientes. Tú eres el único responsable de tu forma de actuar y de tu relación con el mundo que te rodea. Puedes seguir buscando excusas y justificando tu comportamiento a partir de hechos y traumas que sufriste en el pasado, pero eso sólo sirve para reforzar tu ego, tu historia personal. La recreación del dolor es uno de los principales mecanismos del «yo» para mantener su control, para seguir sintiéndose vivo.
Piénsalo un poco: ¿qué cuentas pendientes tienes en este momento? ¿Quién te ha hecho algo o te ha perjudicado de alguna manera recientemente? ¿Y en el pasado lejano? Seguramente tengas varios «candidatos» que han surgido en tu mente, ¿verdad? La historia personal se refuerza, a lo largo del tiempo, a través de diferentes agravios y personas que, de un modo u otro, dejaron huella en ella. Pero seguro que todos ellos tuvieron su momento pasado, ya no están ante ti, aquí y ahora. Probablemente, ni siquiera tengas ninguna relación con esas personas desde hace mucho tiempo pero, aún así, siguen estando en tus pensamientos, formando parte de tu historia personal de drama y dolor. ¿Por qué sigues guardando rencor? ¿Ante quién quieres justificarte?
Para encontrar la Paz Interior, debes ser capaz de ver más allá de tu historia personal. Abandona el papel de víctima y deja de buscar culpables por lo que te ha pasado, deja de intentar solucionar esas cuentas pendientes, pues eso sólo te impedirá ver el mundo real que tienes ante tus ojos en este momento. Deja ir al pasado y deja de buscar un futuro, porque ninguno de los dos existe.
<<Responsabilízate del único momento y lugar en que eres real: Aquí y Ahora.>>
Abandona el papel de víctima – tú tampoco eres el culpable
Como decía anteriormente, no guardes rencor por algo que pasó, que ya no existe, pues ya no lo puedes solucionar. Al contrario, cuanto más pienses en ello y más energía le dediques, más poder tendrá sobre ti. ¿Es eso lo que realmente quieres? Seguro que no. Pero ojo, eso tampoco significa que tú tengas la culpa de todo lo que te pasa, ni que debas castigarte de alguna manera por lo que has hecho. Nada más lejos de la realidad. Cuando hablamos de no buscar culpables de tu sufrimiento, debes empezar en primer lugar por ti mismo.
Es muy habitual ver cómo las personas, una vez que han superado en cierta medida sus traumas del pasado, culpan a una única persona de su sufrimiento: a sí mismos. ¿Cuántas veces te has sorprendido juzgándote, etiquetando tu propio comportamiento como bueno o malo? Esto, por supuesto, sólo servirá para perpetuar el dolor, para que el sufrimiento siga siendo una parte fundamental de tu vida.
Tampoco se trata de caer en el conformismo, ni en autoconvencerse de que «todo está bien», cuando sabes que puedes dar más de ti mismo. Tampoco se trata de ser auto-indulgente y pensar que nada puedes hacer, que no sirve de nada tu esfuerzo. ¿Crees que eso te ayudará a superar el sufrimiento? Mirar a otro lado no es la solución, pues en el fondo sabes que el dolor está ahí.
Afronta tu relación contigo mismo, Aquí y Ahora
¿Qué puedes hacer entonces? ¿Cómo superar el sufrimiento, sin generar una historia de dolor, de víctimas y culpables? ¿Cómo dejar de juzgarte a ti mismo? Sólo puedes dar respuesta a todas estas preguntas yendo al origen de todas ellas: ¿quién eres tú? Una vez que abandonas tu papel de víctima, que dejas a un lado tu historia personal, ¿qué queda? Sólo siendo sincero y afrontándolo de verdad, Aquí y Ahora, podrás encontrar tu propia respuesta. No basta con que nadie te diga qué debes hacer, porque nuevamente estarías evitando afrontar la verdad: no sabes quién eres, ni sabes qué es la vida, porque lo real no puede ser conocido mentalmente.
Por último, para ilustrar el hecho de que tu paz interior es responsabilidad tuya, voy a terminar con una pregunta que quiero que te cuestiones: ante la posibilidad de seguir sufriendo, viviendo en el mundo conocido, o abandonar todo y dejar que lo desconocido entre en tu vida, ¿qué elección tomarías?
Dejar entrar lo desconocido que seguro será precioso y enigmático Así pienso ahora,Gracias