En la actual sociedad de la información y el conocimiento, las nuevas tecnologías y los medios de comunicación masivos han permitido que la información y las noticias circulen a lo largo y ancho del planeta de forma instantánea. Vivimos en un mundo cada vez más conectado, en el que podemos conocer a tiempo real los hechos que acontecen en cualquier parte… sean positivos o negativos. Una de las «realidades» más palpables de las sociedades modernas es que, lamentablemente, existen muchos hábitos y comportamientos destructivos que, precisamente por este mayor acceso a la información, se están haciendo cada vez más visibles. Me refiero, por supuesto, a los malos tratos, la violencia de género, el bullying y, en definitiva, a todos los tipos de maltrato. Pero hoy quiero hablar del que quizá es el más destructivo de todos y, sin embargo, resulta menos visible a ojos de la sociedad. Veamos cómo identificar el maltrato psicológico, como un primer paso para superarlo. Comenzaré hablando de su identificación desde dentro, desde el lado de la víctima y en una próxima entrada hablaré de cómo podemos localizarlo desde el exterior.
Identificar el maltrato psicológico desde dentro
Aunque parezca un poco inverosímil, a menudo la propia víctima no es consciente del daño que está sufriendo, ni del maltrato al que está siendo sometida. Identificar el maltrato psicológico desde dentro, cuando la mente ha entrado en una mecánica de resignación y auto-convencimiento acerca de la realidad que está viviendo, puede ser mucho más complicado de lo que parece. Seguramente, si lo piensas un poco, conoces a alguna persona que esté pasando por algo así:
- Mujeres que, a pesar del daño psicológico que están sufriendo, se esfuerzan por seguir al lado de sus maridos, convenciéndose a sí mismas de que es lo mejor, o que es lo que deben hacer.
- Niños o adolescentes que son sometidos a maltrato psicológico por parte de sus padres pero que, en el fondo, es lo único que conocen y su mente ni si quiera se pregunta si eso debería ser así realmente o no.
Estos son dos casos en los que identificar el maltrato psicológico puede resultar muy complicado desde dentro, por muy evidente que resulte desde fuera.
¿Sufres maltrato psicológico o crees que puedes sufrirlo? Hazte estas preguntas…
¿Crees que puedes estar sufriendo maltrato psicológico? ¿Sientes que, lo que está pasando a tu alrededor, o la relación que tienes con alguna persona de tu entorno no son como deberían? Aquí tienes algunas preguntas que deberías resolver antes de nada:
- ¿Cómo te sientes cuando estás cerca de las personas de tu entorno? Si hay personas que, cuando están cerca de ti, hacen que tu cerebro y tu cuerpo se pongan en guardia de alguna manera (tensión nerviosa, estrés, ansiedad, etc.), quizá ese sea un buen punto por el que empezar a observar.
- ¿Qué opinión tienes acerca de ti mismo/a? ¿Estás a gusto con tu forma de ser, o te gustaría ser diferente? Esta es una pregunta muy útil, especialmente para niños y adolescentes, que suelen ser las personas más permeables a las opiniones del entorno. El maltrato psicológico suele provocar auto-rechazo y falta de autoestima, dos de las tendencias más destructivas del «yo».
- ¿Quién dirige tu vida y tus decisiones? ¿Te sientes realmente libre para hacer lo que deseas, o siempre tienes que cumplir las directrices que alguien te impone? ¿Quién es ese «alguien» que te dice lo que tienes que hacer?
- ¿Te sientes solo/a? ¿Tienes dificultad para relacionarte con los demás? A menudo, una de las formas más sencillas de identificar el maltrato psicológico es a través de sus consecuencias o sus resultados indirectos. El aislamiento, la falta de confianza en otras personas o la dificultad para establecer nuevas relaciones personales son señales que puedes tomar como indicadores de que algo no va bien.
Como ves, son preguntas muy sencillas y fáciles de responder. Pero, cuando la mente está absorta en su propio sufrimiento y su papel de víctima, puede resultar difícil descubrir por uno mismo este tipo de comportamientos. Por eso, como siempre, mi consejo es que centres tu atención en la observación, tanto interna como externa. Sé consciente de tus pensamientos y verás cómo ellos te están diciendo todo el tiempo lo que pasa (aunque a su manera). Pero observa también lo que sucede a tu alrededor, el comportamiento de quienes te rodean… y, por supuesto, sé sincero contigo mismo.
«El miedo psicológico se alimenta de tu falta de atención. Deja de mirar a otro lado y presta atención, Aquí y Ahora.»
(Cita de mi libro «¿Dónde está tu Verdad?». Puedes leer un extracto o comprarlo en Amazon).