Las emociones son parte del ser humano y es inevitable que surjan constantemente. Sin embargo, qué hacer a partir del momento en el que surgen depende sólo de ti. ¿Algúna vez habías pensado en este asunto? Saber cómo gestionar las emociones es de vital importancia, tanto para tu relación contigo mismo, como en tus relaciones con el mundo que te rodea.
Observa tus emociones
Tus emociones son una puerta abierta hacia ti mism@. Obsérvalas; observa cómo surgen, cómo actúan sobre ti. La observación sin juicio de las emociones, además de ser una excelente fuente de meditación, es un ejercicio de auto conocimiento y resulta útil para mejorar tu autoestima. Esta práctica, además, la puedes realizar en cualquier momento y lugar, incluso en tus tareas del día a día.
Si centras tu atención en la observación de las emociones, verás cómo cada vez eres más capaz de evitar que te arrastren y tomar tus propias decisiones, sin dejarte llevar. Y, como es evidente, tu relación contigo mism@ se verá beneficiada de ésto. Adelante, haz la prueba: observa cómo te sientes, Aquí y Ahora. Empieza este camino de autoconocimiento.
Todas tus emociones son parte de ti, incluso las que te resultan desagradables. Acéptalas como lo que son, simples reacciones.
La respuesta a cómo gestionar las emociones nace en la observación sin juicio
Como decía en el apartado anterior, observar tus emociones es una práctica muy sana. Sin embargo, el juicio hacia las propias emociones o hacia ti mism@ es una gran fuente de sufrimiento. Como trato largo y tendido en mi libro «¿Dónde está tu verdad?», durante la mayor parte de tu vida, tú has sido tu peor y más cruel juez. Al fin y al cabo, ¿quién está ahí observándote constantemente, siempre dispuesto a decirte lo mucho que te has equivocado? Pero, al mismo tiempo, sólo tú tienes el poder de dejar de identificarte con esos juicios y cambiar la inercia mental.
Dejando de juzgar tus emociones y crear opiniones sobre ellas, podrás verlas como realmente son, de un modo más objetivo. Aunque puedan parecerte desagradables, todas tus emociones son parte de ti. Acéptalas como lo que son, recorre el camino de vuelta a ti mism@ a través de su observación. Ésa es la mejor forma de responder a la pregunta del título: cómo gestionar las emociones.
Ahora que has observado cómo surgen las emociones, centra tu atención en el espacio en el que se manifiestan.
¿Qué hay más allá de las emociones?
Cuando observes las emociones, verás cómo surgen, tienen un efecto sobre ti y, al final, acaban por desvanecerse. Sin embargo, ¿de dónde surgen esas emociones? Si observas detenidamente cómo surgen, verás que salen de una aparente «nada». Sin embargo, en esa «nada» es donde más interesante resulta centrar la observación. Saber cómo gestionar las emociones es importante, pero observar ese espacio en el que se manifiestan te dará algo más, te ayudará a ampliar tu perspectiva y ver más allá de tu mente. ¿Estás preparad@ para verlo por ti mism@?