Reflexionar sobre la vida al final de nuestros días puede traer a la superficie sentimientos de arrepentimiento por oportunidades perdidas, decisiones que no tomamos y sueños no cumplidos. En este artículo, exploraré los cinco arrepentimientos del moribundo más comunes. En el artículo anterior, hablé de los cinco temores del moribundo, desde un punto de vista global. Dada la buena acogida que tuvo esa entrada, vamos a dar una nueva perspectiva sobre la vida y sobre cómo la afronta el individuo en esos instantes finales, cuando sabe que el final de su historia personal está cerca.
Hablemos de los cinco arrepentimientos habituales que expresan las personas en sus últimos momentos de vida, basados en estudios y experiencias recopiladas por profesionales de la salud y expertos en cuidados paliativos.
¿Cuáles son los cinco arrepentimientos del moribundo más comunes?
1. No haber tenido el valor de vivir la vida que realmente quería
Este es quizás el arrepentimiento más común entre las personas moribundas. Muchos expresan que vivieron una vida que otros esperaban de ellos, en lugar de seguir sus propios deseos y sueños. El miedo a la desaprobación y la presión social a menudo llevan a las personas a tomar decisiones que no reflejan su verdadera esencia, y al final, esto se convierte en una de sus mayores fuentes de arrepentimiento.
Vivir una vida basada en las expectativas que otros tienen de ti, además de apartarte de ti mismo, también hará que, llegado el momento, experimentes el que quizá sea más duro de los cinco arrepentimientos del moribundo.
2. Haber trabajado demasiado
Otra queja frecuente es haber dedicado demasiado tiempo al trabajo, sacrificando relaciones personales y momentos de felicidad. Las personas se arrepienten de haber pasado largas horas en sus empleos, especialmente si estos no les apasionaban, en lugar de pasar más tiempo con sus seres queridos o disfrutar de la vida.
Aquí entran en juego varios factores. Por ejemplo, como decía Confucio: «Encuentra un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un sólo día de tu vida». Si tu trabajo ha sido tu pasión, tu razón de ser y tu motivación en la vida, puede que no experimentes este arrepentimiento del moribundo o, al menos, no será tan duro como si has dedicado tu vida a algo que no te gustaba. Y, en ambos casos, si dedicar demasiado tiempo a tus obligaciones diarias te ha impedido disfrutar de la compañía de tus seres queridos, tal vez cuando llegue el momento eches en falta haber hecho justo lo contrario.
3. No haber expresado sus sentimientos
Muchos lamentan no haber sido lo suficientemente valientes como para expresar sus verdaderos sentimientos, ya sea para resolver conflictos o para mostrar amor y aprecio a sus seres queridos. Este arrepentimiento surge de la sensación de que, al reprimir sus emociones, dejaron pasar la oportunidad de construir relaciones más profundas y significativas.
Nunca dejes un «te quiero» o un gesto de cariño «para más tarde», porque quizá no vuelva a surgir la oportunidad nunca más.
4. No haber mantenido el contacto con los amigos
La vida a menudo nos arrastra en direcciones diferentes, y mantener amistades puede volverse difícil. Sin embargo, al final de la vida, muchos se arrepienten de no haber hecho un esfuerzo mayor para mantener esas conexiones que alguna vez fueron tan valiosas. Las amistades perdidas se convierten en un doloroso recordatorio de lo que realmente importa cuando nos acercamos al final.
5. No haberse permitido ser más feliz
Este es el último, pero no por ello el menos importante de los cinco arrepentimientos del moribundo. De hecho, seguramente sea el principal y englobe a todos los demás. Sorprendentemente, muchas personas descubren al final de su vida que la felicidad es una elección que dejaron pasar. A menudo, se aferraron a patrones y hábitos que les resultaban cómodos, pero que no les permitieron vivir con plena alegría. Este arrepentimiento refleja el deseo de haber tomado decisiones más conscientes que les hubieran permitido disfrutar más de la vida.
Como siempre me gusta recordar en La Verdad en Ti Mismo, no decidir también es decidir. Si hay algo que debas cambiar en tu vida para estar más cerca de tu paz interior, hazlo. Las excusas, llegado el momento, no te servirán de nada.
Evitar los cinco arrepentimientos del moribundo está en tu mano, Aquí y Ahora
Estos arrepentimientos comunes entre los moribundos nos ofrecen una valiosa lección: es fundamental vivir una vida auténtica, equilibrada y llena de significado. Al reconocer lo que realmente importa, podemos tomar decisiones más conscientes y evitar que estos arrepentimientos se conviertan en una realidad al final de nuestras vidas.
No dejes que otro decida tu vida, ni te marque la dirección a seguir. No te acomodes en lo sencillo, evitando salir de tu zona de confort. Sé honesto contigo mismo y con el mundo, porque sólo así podrás tener una vida plena y encontrar la paz interior. Sólo así podrás evitar sufrir los cinco arrepentimientos del moribundo el día de mañana.