El tai chi chuan constituye una de las artes marciales internas más conocidas en el mundo y, al mismo tiempo, en occidente es un estilo bastante desconocido en su esencia verdadera. En la actualidad existen 5 estilos reconocidos de tai chi: Yang, Chen, Wu, Sun y Hao. A partir de estos estilos se han generado multitud de variaciones y estilos «nuevos» que, en muchos casos, han distorsionado los principios originales de cada uno de ellos.
El tai chi busca el equilibrio del cuerpo y la energía interna, o «chi», de modo que se eliminen las tensiones tanto físicas como mentales a través de una práctica basada en los principios del yin-yang y la armonía de actitud, ejercicio y determinación, buscando el equilibrio de cuerpo, mente y espíritu.
El tai chi Yang tradicional se divide en tres aspectos o prácticas principales:
1 – El entrenamiento de formas preestablecidas, de mano vacía ( forma tradicional de 85 movimientos y forma de 28 movimientos), o de armas (formas de espada, sable, palo, lanza…). El objetivo de estas formas es generar una buena base de «chi» que ayude a armonizar cuerpo y mente, eliminando las tensiones y generando una actitud correcta interna y externa.
2 – Entrenamiento en pareja. Comprende, por una parte el Tui Shou (empuje de manos), que busca establecer un elevado grado de sensibilidad y aprender a «escuchar» el movimiento y la intención del compañero y, de otra prate, el San Shou, o combate propiamente dicho, basado en la práctica de Fa-jing (movimientos explosivos basados en la aplicación del «chi»).
3 – El Qi Gong, que constituye un trabajo de respiración y energía, a través de diversos movimientos y ejercicios que buscan el equilibrio cuerpo-mente necesario para la práctica correcta del tai chi.
Para terminar esta introducción, os dejo un vídeo de G.M. Fu Sheng Yuan (5ª generación del estilo Yang), practicando la primera parte de la forma de 85 de mano vacía: