Casi todo el mundo comienza su «búsqueda interior» con un único objetivo: alcanzar la felicidad y eliminar el sufrimiento de su vida. Curiosamente, al investigar un poco más, el objetivo de esa búsqueda suele tener «nombre»: superar la pérdida de un ser querido, encontrar una nueva pareja, solucionar un problema de salud… casi siempre se trata de encontrar la felicidad en las cosas del mundo, consiguiendo más posesiones o llegando a ser una mejor persona.
Pero, a estas alturas, hay algo muy claro: esa aparente felicidad sólo será pasajera, siempre ligada a cuestiones materiales efímeras, a las posesiones del «yo y lo mío».
La felicidad y la infelicidad sólo son estados de ánimo
El propio concepto de felicidad, como opuesto a la infelicidad, ya implica dos cosas: que estamos eligiendo una parte de la experiencia del mundo y rechazando la otra, lo que crea dualidad y conflicto sin fin y, por otra parte, que necesariamente ambos estados, la felicidad y la infelicidad, se alternarán y retroalimentarán mutuamente, pues son dos caras de la misma moneda y la aparición de una u otra sólo depende del punto de vista de cada momento.
En definitiva, la conclusión es evidente: la felicidad siempre será pasajera, un mero intervalo entre dos etapas de sufrimiento. Como explica el taoísmo, lo único permanente es el cambio en el mundo material y tus estados de ánimo no son una excepción.
Pero ¿existe un estado inalterable, que no depende del dinero, de las posesiones o de tu historia personal? ¿Es posible alcanzar una paz duradera, más allá del ir y venir de las emociones? Ahí es donde realmente debes buscar…
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No te limites a «intentar tener más» y busca esa paz inmutable, eterna, que es tu verdadera esencia y no depende de tus posesiones |
La paz más allá del mundo
Sólo hay un lugar en el que encontrarás la respuesta a tu búsqueda: aquí y ahora. Deja de juzgar al mundo, de luchar contra él y abandona el papel de víctima. Observa el silencio, el espacio en el que nacen y desaparecen los pensamientos y no juzgues, sólo quédate ahí, sin buscar nada, sin esperanza, sin miedo. ¿Dónde queda tu felicidad o tu infelicidad? ¿Qué significa realmente tu historia personal? Cuando estés en paz, aquí y ahora, todo eso dejará de preocuparte.
Para cerrar esta entrada, os propongo dos frases muy conocidas de la antigüedad sobre este tema:
«El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional»
Buda
«No os espante el dolor; o tendrá fin o acabará con vosotros»
Séneca